La industria del deporte se suma a la fiebre de los eSports para llegar a la generación digital y ampliar su negocio.
eSports deporte o negocio?
(los eSports están considerados como deporte)
Fuente: J.C. Institute
Te podrías imaginar que llegaran a pagarte millones por jugar en un equipo profesional? Qué fueras capaz de llenar estadios enteros para que la gente fuera a verte jugar? Qué pudieras arrastrar a las masas con la misma locura que una estrella de rock, un actor de Hollywood o un deportista famoso?
Los eSports han hecho posible todo eso y mucho más. La fiebre por los vídeo juegos ha impactado de manera decisiva en la industria del deporte y, no sólo ha tomado “prestado” su nombre, sino que ha dado voz y llevado al estrellato a la generación digital. Los eSports y los Millennials se han unido y su fuerza es imparable.
Hasta qué punto los eSports o deportes electrónicos pueden considerarse deporte, sigue siendo una pregunta cuanto menos controvertida. Si nos ceñimos a la definición que aparece en el diccionario, se entiende por deporte toda actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica requiere entrenamiento y sujeción a normas. La segunda acepción es: todo tipo de actividad física que se hace por motivos de salud o entretenimiento.
Pasarse horas y horas delante de una computadora o con un teléfono móvil en la mano, jugando a video juegos es la antítesis a cualquier actividad física. Pero cuando las voces que lo defienden pertenecen a deportistas de élite, y cuando el propio Comité Olímpico Internacional se está cuestionando seriamente la posibilidad de introducir los eSports en los juegos Olímpicos de 2020, vale la pena, como mínimo, plantearse el debate.
Se prevé que la industria de los eSports supere los 1.100 millones de dólares de facturación y alcance 215 millones de usuarios en 2019.
Lo que es indiscutible es que los eSports han impactado en la industria del deporte con fuerza y sus adeptos no paran de aumentar. Deportistas, equipos profesionales, patrociandores de dentro y fuera del deporte, y medios de comunicación son el principal altavoz de una industria que atrae, alimenta y satisaface a la generación Millennial. Las competiciones profesionales de video juegos han generado, los últimos tres años cerca de 900 millones de dólares en ingresos gracias a los patrocinios y la publicidad, y las previsiones son que, en 2019, la industria supere los 1.100 millones de dólares de facturación y alcance 215 millones de usuarios, según un estudio de la consultora Newzoo.
La leyenda de la NBA Shaquille O´Neal, ahora analista para TNT Sports, es co propietario de NRG eSports junto a Alex Rodríguez, ex estrella de los New York Yankees de béisbol, y Jimmy Rollins, jugador en actividad de Los Ángeles Dodgers. El alero sueco de los Boston Celtics Jonas Jarebko ha comprado el equipo “Renegades”. El ex jugador de Los Ángeles Lakers, Rick Fox, fundó los Echo Fox. Y los Sixers de Philadelphia fue en su momento el primer equipo de la NBA en apostar por los eSports al comprar dos equipos por 15 millones de dólares, el Team Dignitas y el Team Apex, que compiten ahora bajo el nombre de Dignitas.
Si miramos al fútbol profesional europeo, equipos como París Saint Germain, Ajax FC, PSV Eindhoven, Sporting de Portugal, Manchester City, FC Schalke, Wolfsburg, West Ham, Valencia FC, Besiktas, Santos o FC Volga tienen sus propios equipos en eSports y en el mercado de fichajes son tan feroces y dedicados como en el fútbol tradicional. El pasado 22 de septiembre, el Ajax FC incorporaba a su equipo de eSport al mejor jugador de Holanda del juego FIFA. Su director de marketing, Edwin van der Sar, decía en su presentación: “Koen ha sido campeón FIFA en varias ocasiones, inspira a nuestra juventud y tiene una personalidad que encaja con nuestro club. En el Ajax, siempre estamos buscando nuevas maneras de conectar con nuestros fans más jóvenes. Ayudaremos a Koen, no sólo apoyándolo en los grandes torneos, sino organizando actividades con nuestros seguidores. Creemos que es importante fomentar tanto el fútbol digital como fútbol real. Estos dos mundos pueden coexistir y complementarse perfectamente”.
El PSV Eindhoven, por citar otro ejemplo, tampoco escatima recursos en su equipo digital: “cyber jugadores” disponen de acceso a todas las instalaciones y servicios del club, aparecer en la foto anual del equipo y visten la camiseta blanca y roja en todos los torneos en los que participan defendiendo sus colores
La industria de los deportes electrónicos permite a las grandes marcas fidelizar a la generación Millennial y conectar con ellos en su mismo lenguaje: el 75 % de los jugadores tienen entre 18 y 34 años. “El fenómeno fan en los eSports es bestial –asegura Shaquile O´Neal-. He visto este movimiento en la propia NBA y en otros deportes tradicionales. La pasión con la que esta gente sigue a sus equipos, jugadores y juegos favoritos es increíble, una fuente inagotable para patrocinadores y distribuidores”.
Los grandes jugadores en las ligas de eSports han convertido su “hobby” en profesión y la atracción que generan les otorga tratamiento de “celebrity” en este mundo paralelo. Esos chicos que se auto marginaron del mundo, encerrándose hasta 12 horas diarias en una habitación oscura para conectarse con gente de todo el planeta a través de un video juego, llenan ahora grandes estadios y compiten por premios en metálico que superan el millón de dólares. Son la envidia de medio planeta!
Pero, cómo son realmente estos curiosos personajes? Hay diferentes rasgos que describen perfectamente al fan de los eSports, ya sea practicante o espectador: es apasionado, dedicado, con una alta capacidad de concentración, competitivo al máximo, con afán de superación y leal a una cultura, la del gaming. El deporte tradicional reconoce esos valores en los suyos propios, quizás por eso no critique a quienes pretenden comparar ambos mundos. Por eso y por qué, no nos engañemos, es una forma perfecta de conectar con su público más joven y de aumentar su negocio a través del “merchandising”, ticketing, derechos, publicidad y patrocinio.
En Corea del Sur, uno de los países con más adictos a la fiebre del gaming, existen estadios dedicados exclusivamente a los eSports e infinidad de cyber cafés donde el único sonido ambiente es el “bip bip” de los juegos electrónicos. El pasado 29 de octubre, los alrededores de Staples Center en Los Ángeles, el pabellón de los míticos Lakers de la NBA, se llenó como nunca para ver la final del campeonato mundial de “League of Legends”, el video juego más popular del mundo con 100 millones de usuarios mensuales.
El desenlace de la temporada alcanzó los 43 millones de audiencia en todo el mundo, con una punta de 14,7 millones de espectadores en la final. Las rondas previas se disputaron en San Francisco, Chicago y Nueva York para acabar en la ciudad de las estrellas. El botín: 5 millones de dólares en premios; 2,4 millones para el vencedor.
Creen que el dueño de los Lakers no pagaría por tener esas audiencias millonarias? Como dice Shaquille O´Neal, uno que ha vivido incontables noches de gloria en este equipo, “los propios fans son los que me abrieron los ojos. Los eSports son una grandísima oportunidad de negocio y la industria no puede quedar al margen”.
Mientras se pagan millones en todo el mundo por estos nuevos ídolos, podemos seguir debatiendo si son deporte o no. Aunque sólo sea por deporte…
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