¿Es posible la Clase media sin el capitalismo? ¿Puede existir el Capitalismo sin la clase media?
Existe un patrón que se viene observando desde hace un tiempo, décadas, lenta e imperceptiblemente, con matices y artilugios emocionales. La libertad está siendo atacada desde adentro.
Es muy común que, cuando se habla de libertad y capitalismo en todo el mundo, y en nuestro país es bien palpable, se suele asociar a este directamente con Estados Unidos. Y todo eso no es en vano, pues este país es el símbolo de la libertad individual y una vez fue el símbolo del gobierno limitado, aunque eso ha venido cambiando, día a día viene cambiando.
No existe el capitalismo sin la clase media y los enemigos de la libertad saben eso.
Todos esos actores, enemigos de la libertad, saben muy bien que los cambios sociales toman tiempo. Es por esto que la cultura del colectivismo, esa de aplastar las libertades individuales tienen una visión de muy largo plazo y trabajan para lograr esos cambios aunque tome generaciones, y bien a la vista lo tenemos aquí, obviamente, si quiere usted verlo, si quiere usted enterarse, abrir los ojos.
Las constituciones americanas, se han basado, inspirado, tomado el espíritu del constitucionalismo de los Estados Unidos. Y todas, al igual que Estados Unidos están siendo atacadas desde adentro culturalmente por sus enemigos. Cuando han fracasado otros intentos de tipo sangriento tal vez en el mundo desde hace casi un siglo; el capitalismo y la libertad también lo están siendo a través una guerra “silenciosa” e ideológica que se va comiendo a la sociedad y los individuos por dentro: el llamado progresismo, una gran paradoja del concepto de lo que es el progreso real y concreto.
Y bien a la vista están, patrones, modelos, esquemas y acciones que demuestran ese ataque, los ataques perpetrados desde adentro de esas sociedades y lo más incuestionable, evidente es la destrucción lenta y constante de la clase media.
Todas las distintas expresiones en las que se enmascaran los colectivismos, los planes de aplastar las libertades individuales del hombre, del ser humano, con las denominaciones que sean, encubiertos como sean, en la mayoría de los partidos políticos, siempre han dicho como un lema “el pilar del capitalismo es el dinero”, el que se gana la gente con su trabajo, obviamente ese el botín que pretenden, y por eso han usado y usan como arma al impuesto progresivo en todas sus variables como mecanismos para ir socavando al capitalismo, para ir destruyendo el trabajo de las personas; y es que saben muy bien que la verdadera base las libertades individuales, del capitalismo es la clase media y por eso la han venido destruyendo con la inflación, la inflación que es producida por el Estado, siempre.
Y aquí la pregunta puntual:
¿Cómo es esto de que “la clase media es la verdadera base de la libertad”?
Si pensamos de forma muy puntual sobre cómo se constituye una sociedad en términos económicos, podemos decir que en clase alta, clase media y clase baja.
La que se califica desde lo socio-económico “clase baja” la pasa muy mal, porque su día a día gira en torno a necesidades insatisfechas y a la falta recursos que le permitan tener una vida decente, mientras que la clasificación de “clase alta” tiene prácticamente todo cubierto y mucho más de lo que necesita. ¿Y la clase media qué?
La clase media trabaja muy duro para mejorar su calidad de vida cada día, sea a través de un negocio propio o trabajando para alguien más.
¿Y por qué trabaja duro?
Porque pasar de clase media a clase alta toma mucha constancia, pero pasar de clase media a baja toma un descuido. Dejar tal vez que las cosas pasen, sin ver el objetivo, sin ver de dónde viene.
En consecuencia, es en la clase media donde la sociedad encuentra al grueso de la población que quiere vivir en libertad, que quiere tener mejor vida, que no se conforma, que tiene negocio propio o trabaja para ser financieramente independiente.
Y es que la clase media sabe que no quiere ir hacia atrás, sino hacia adelante y es en ese propósito en donde el capitalismo justifica su principio de laissez faire, mientras que en un sistema como el que es la esencia del colectivismo, vía los llamados socialismos o regímenes comunistas, a este propósito hay que ponerle límites para que las personas siempre dependan de un ser supremo: El Estado, el Estado por sobre los individuos; y no es así no debe ser así en un sistema realmente democrático y republicano.
Mucho se dice que "el capitalismo propicia la igualdad para que todos puedan llegar tan lejos como quieran", mientras que los colectivismos vende la igualdad entre todos, pero igualmente pobres, la igualdad hacia abajo, la igualdad de la servidumbre hacia un Estado. Dónde no importa, se soslaya la igualdad ante la Ley. Dónde no se respetan ni se consideran las libertades individuales.
Llegar lejos en la vida, desde las desgracias infligidas a la sociedad y llevándolas hacia abajo, esa generación constante de más y más pobreza en nombre una falsa igualdad y transformarlas en esa clasificación de: “clase baja, es muy difícil.
Es por eso que el propósito de todo comunista es que todos vivamos en tanta miseria como sea posible, porque llegar lejos en la vida desde la más extrema pobreza es prácticamente imposible.
Es de ahí que se hace evidente que el capitalismo este siendo atacado desde adentro, por los mismos actores que usufructúan del capitalismo pero sólo para ellos, los que pregonan lo contrario, y llevar cada día con más profundidad al objetivo de la desaparición progresiva de la clase media. Los enemigos de la libertad lograron encontrarle un talón de Aquiles a ésta y le lanzan ataques constantes, permanentes y sin descanso.
En las últimas 4 décadas la clase media ha pasado de ser casi el 80 % de la población adulta a tan sólo el casi 50 % hoy día, mientras la clasificación “clase baja” ha pasado de ser un 22 % a fines de 1982 hasta un 46 % para el bimestre abril-mayo de 2023.
Es la destrucción del capitalismo, desde adentro: la destrucción de su clase media.
Si sabemos esto y ahora nos resulta evidente, entonces ¿Qué podemos hacer? La respuesta más clara y directa de esto es el reforzamiento de los valores sobre los cuales se construye una clase media: la familia, el trabajo duro, el ahorro, el apego a la libertad, la creación de riqueza, la propiedad privada y la constancia.
Si queremos ver a la clase media sobrevivir a este ataque y salir triunfantes, tenemos que predicar con el ejemplo, enseñando y siendo nosotros mismos una expresión de lo que todos estos valores significan, al mismo tiempo que defendemos al sistema de laissez faire que nos deja ser libres para que podamos llegar tan lejos como cada uno quiera.
El colectivismo y su objetivo de aplastar al individuo es vivir en una "clase baja perpetua", aplastada dependiente del Estado, romantizada por los políticos. Y entender que el capitalismo no es "solo ser clase alta" o "ser ricos".
Capitalismo es constancia, ahorro y trabajo duro y esos son los valores que practica la clase media. De los individuos como personas, de su esfuerzo, su trabajo y su razón.
No hay capitalismo sin clase media. Y ese el plan. La destrucción de la clase media.
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EDITOR: JOSÉ LUIS SAN ROMÁN
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