...lo mira y le dice, apuntándole con un dedo al corazón: "Elliot estaré aquí mismo"...y parte. Tengo en mi mente el día que nos despedimos, cuando ibas a una entrevista a Olivetti en Florencia, Italia...
Roby y Elliott
Un relato de Mamón Contrera
Ciclo Básico
La verdad estoy emocionado. Hoy fue mi primer día de clases. La facu es verdaderamente rara y hermosa. El edificio de la Facultad de Ingeniería realmente es extraño. Su estilo gótico, sus vitraux, sus techos altísimos, parecen una catedral. Ocupa la media manzana comprendida entre la
avenida Las Heras y las calles Pacheco de Melo, Azcuénaga y Cantilo, en Recoleta. Es un anexo de la casa central, situada en la avenida Paseo Colón.
Llegué al departamento luego de caminar por Las Heras, luego doble hacia el sur por Callao. Al llegar a Córdoba doble hacia Montevideo.
Estaban los chicos mateando. Ellos habían arrancado la facultad la semana anterior. Les comenté lo extraño del edificio, de las materias, y de las pocas minas que había, y las únicas dos, mamita, ¡que lagartos!. El aspecto humano, es decir mis nuevos compañeros, haciendo un paneo rápido, era simplemente un zoológico. Todos bichos raros. Les comenté, había dos mellizos de más de dos metros de alto. Rubios, inmensos, medios chetos, flequillito lacio, parecían vikingos. Diez minutos antes de terminar la clase, entro una viejita que parecía un palito de helado. Medía más o menos, un metro cincuenta. La profe le pregunta ¿qué necesita señora?. ¡Vengo a buscar a los nenes! -contestó- ¿Quiénes son sus nenes? -dijo la profe-, los mellicitos Chaqueti. Cuando los dos bestias se pararon, la profe no pudo aguantar la risa, y nosotros, ¡el quilombo que hicimos!. Los mellizos se retiraron del aula con la abuelita en el medio.
Este incidente, me relajó bastante ya que estuve toda la mañana bastante temeroso, o mejor dicho, bastante desorientado. Un flaco anteojudo, todo desalineado, tirando a desprolijo, me pregunta: ¿Qué pasou?, nou entendí el incidente. Me hizo la pregunta cuando todo el hecho ya había terminado y la profesora había iniciado nuevamente la clase y ya nadie se reía.
Cuando terminé de contarle lo que había pasado, todo en voz baja, el flaco lanzó una carcajada y un grito que todos se sobresaltaron.
-dijo- ¡¡¡ A jajajajajajaj!!! …la abuelita erra pequeña y los nietos erran tremendamente high ¡¡¡Ajajajajajaja!!!. Todos, en silencio le clavaron la vista. El flaco seguía riéndose. ¿Qué tomó?–pensé-. La profesora daba Historia Económica, y lo ficho mal al flaco.
No sé de qué origen es, porque habla para el culo. Pero que es un tremendo bicho raro, no hay dudas. Al otro día, saliendo de clases, me propongo hacer el mismo recorrido que el día anterior.
Bajando las escaleras que desembocan en la vereda, encaro por Las Heras. Parado sobre la vereda, esperando cruzar la calle, siento un cachetazo en la nuca, me doy vuelta para “surtir” al que me pegó, ¡Amigou! Que chiste el de los mellizos ayer, ja, reía mucho yo después en casa. Que gracioso, dijo nenes y no eran nenes, ja. Si era el flaco desgarbado, de no sé dónde mierda era.
¿Qué haces flaco? No te vi en clase. Es que vine temprrrano y me fui para la biblioteca y me entusiasme con un libro de física – me contestó- total lo que explicaron hoy, yo ya lo sabía.
Como es tu name amigou?, yo me llamo Roberto pero me dicen “Roby”. Y luego de decirle mi nombre, nos dimos la mano. Era la mano de un muerto. Fría, transpirada, huesuda, larga. Tenía unos anteojos hechos percha, y parece que había comido milanesas arriba de ellos. Debajo de los anteojos había un par de ojeras tremendas, sus ojos eran color verde. Pelo castaño ondeado, despeinado mal. La camisa celeste, arrugada, la parte baja derecha dentro del pantalón, y la baja izquierda, afuera. Los botones no coincidían con los ojales. Arriba sobraba un botón y abajo faltaban dos. Pantalón de jean un poco grande y creo que los usaba también de piyama. Y para frutilla
del postre. A los zapatos les faltaban los cordones, menos mal que en el empeine eran un poco elastizados. La verdad no era feo, pero parecía que venía de vivir con los mongoles en la estepa soviética. De donde salió este personaje. Él vivía en un piso en Arenales y Montevideo, motivo tal que compartimos el recorrido de vuelta.
Me contó que había nacido en Roma, y que a los tres años su familia se fue a vivir a Johannesburgo, Sudáfrica. A los catorce volvió a Roma y a los dieciséis, viene a Resistencia, Chaco. Que el padre, que era ingeniero civil, decidió venir a vivir a Buenos Aires, para que Roby estudiase en el mismo lugar que él.
Que quilombo este pibe, con razón habla para el culo. Mezcla el italiano y el inglés, con tonada chaqueña.
Me cuenta que el padre construyó el Puente Gral. Belgrano, que une Resistencia con Corrientes. Que tiene un hermano menor. Que le gusta el tenis, que lo jugó desde chico (su profesor era el entrenador de Adriano Panatta), que le gustan las carreras de caballos (pero nunca jugó un boleto). Que le gusta la pasta. Que le gusta leer. Y así fue que se me pegó. Gran debut el mío en Buenos Aires. Habiendo millones de personas, justo a mí, me toca bancar a semejante “mamarracho”.
Y así fueron pasando los días. Nos conocimos en 1975.Luego el gobierno militar. Las facultades eran peligrosas. Estaban infiltrados canas de civil y guerrilleros. No se podía hablar con cualquiera.
Muchos amigos que estudiaban en La Plata la pasaban mal. Me comenta del edificio donde estudiamos: “Las Heras 2214, Arturo Prins en 1900 se graduó como ingeniero civil. Realizó numerosos viajes a Europa, perfeccionándose en la arquitectura gótica de varias de sus capitales”.
“Su firma figura en no pocos edificios de significativo carácter, como el Banco Nación de Santa Fe y Azcuénaga, del Archivo General de la Nación, entre muchos más. También es autor de numerosas viviendas privadas, entre ellas, los palacetes de Manuel Quintana. Fue miembro creador de la Academia Nacional de Bellas Artes”.
“Murió el 5 de octubre de 1939. En 1938 se había decidido dejar sin efecto la construcción. El imaginario popular relacionó una cosa con la otra. Se sostuvo que Prins se había suicidado por no haber podido concluir su obra. La facultad es un paradigma de una ciudad que quiso parecerse a Europa. Su falta de terminación y la carencia de medios para mejorarla –me comenta-
se advierten en la suciedad de las paredes, la impresionante polución generada por "el mayor palomar de la ciudad" y, en general, la carencia de un adecuado "ropaje exterior". La exquisitez de sus líneas, sus soberbias puertas (manijas incluidas) y sus antiguos vitraux (muchos conservan el antiguo símbolo de la balanza, que representa a la Justicia, de tiempos en que se estudiaba derecho), y la magnífica escalera central”.
Le pregunté -¿Cómo sabés tanto de este edificio? Mi padre es ingeniero, ¿recuerdas? –contestó-
Apartheid en Sudáfrica
Roby creció en este ambiente. Un país aislado del mundo. Autosuficiente. Donde la vida de un perro de dueño blanco tenía más valor que la de un negro. Siempre recordaba que teniendo cinco años, su niñera de color sentada en el piso, y él en el banco solo, tomando un helado.
En 1948, el Partido Nacional llegó al poder. Abogando un sistema segregacionista y racista, éste inició el apartheid, palabra que en Afrikáans significa "separación". Se creó un vasto sistema jurídico y social para separar a las razas blanca y negra, con ventaja para la primera, a la que se le otorgaba
privilegios políticos, económicos y sociales:
Derecho de voto, reservado únicamente para los blancos,
Sólo los blancos podían viajar libremente por el país,
Era legal que un blanco ganara más que un negro por el mismo trabajo,
Los negros debían vivir en zonas alejadas de los blancos,
Baños públicos para mujeres blancas, hombres blancos y un único baño para negros.
Los negros debían estudiar en escuelas separadas de los blancos, y su educación debía ser limitada.
En 196 llevó a cabo un referéndum pidiendo a la población blanca que se pronunciara a favor o en contra de la unión con el Reino Unido. El 52% votó en contra. Sudáfrica se independizó del Reino Unido, pero siguió siendo miembro de la Commonwealt. Su permanencia en esta organización se
hizo cada vez más difícil, pues los estados africanos y asiáticos, indignados por el apartheid, intensificaron su presión para expulsar a Sudáfrica, que finalmente se retiró de la Commonwealth el 31 de mayo de 1961, fecha en que se declaró la República de Sudáfrica. Fue readmitida en la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth) en 1994, después de la victoria de Nelson Mandela en las elecciones presidenciales.
Con el paso de los años, el apartheid provocó repudio, rechazo e indignación en el mundo entero.
Numerosos países rompieron relaciones diplomáticas y comerciales con Sudáfrica, generando un creciente aislamiento del gobierno sudafricano. El país fue excluido de Miss Universo, de Miss Mundo, de los Juegos Ollímpicos, de la Copas Mundiales de Fútbol, Rugby y otras competiciones deportivas.
La profe de análisis I.
La profesora entró al aula bastante molesta. No era simpática pero si muy educada. Nunca se salía del programa, nunca un comentario que no fuese la matemática. Era evidente que hacía años que dictaba la materia, porque era un relojito. Nunca que buen tiempo, que Argentina está en cuartos de final del mundial, que frio que hace, nada de nada, solo matemática.
Dos levantadas de peso por murmullos y nunca más voló una mosca. Ya avanzada en el programa, la profe plantea un ejercicio de derivadas. Creo que si escribía en ucraniano se entendía clarito.
En el extremo superior izquierdo, escribió la profe la siguiente ecuación:
∂2u ∂t2 (x, t) = a2 ∂2u ∂x2 (x, t) 0 < x < L, t > 0,
u (0, t)=0, u (L, t)=0, t ≥ 0
u (x, 0) = f (x), ∂u ∂t (x, 0) = g (x) 0 ≤ x ≤ L
¿Quién quiere pasar al frente a resolverlo? –preguntó-. Como en la cancha todos empezamos a corear ¡taaano! ¡taaaano! , y Roby levantaba la mano como Alfonsín, riéndose. La profe tenía una calentura, porque la clase se salió de carril. Para colmo no se lo bancaba al flaco porque siempre se volaba. Él decía que lo que enseñaba era re-fácil y se aburría. En el aula había dos pizarrones que iban desde el piso al techo. En dos paredes distintas. Cada pizarrón estaba dividido en dos. Se levantaba la parte inferior y se bajaba la superior, es decir que había cuatro paneles para escribir. Y así comenzó la tragedia griega.
Roby pasó al frente, tomó una tiza, miró el pizarrón, se dio vuelta y Alfonsín volvió a saludar. La tribuna se venía abajo. La profe derramó furia por su rostro. ¡COMIEEENCE!
Le llevó aproximadamente cincuenta segundos llegar a la solución:
X” (x) − λX (x)=0 X (0) = X (L)=0
Solamente ocupó del pizarrón, treinta centímetros. El grito de la profe realmente nos asustó. ¡¡QUEEEE!!
Me está tomando el pelo, insolente!. Yo pensé que usted algo sabía. Tanta arrogancia y desinterés.
Usted es un desfachatado!. Pobre Roby, estaba apenado por tanto insulto, pero contento por la hinchada.
Tomó la profe su tiza y empezó a desarrollar la ecuación. La verdad yo no casaba una. Hete aquí que la profe, ya había llenado tres de los cuatro paneles haciendo pasajes de términos y equivalencias.
En su exposición iba diciendo –quien se cree que es, años estudiando y dando clases, nunca me pasó algo así- Subía y baja paneles, todos llenos de números y letras, y ya terminando, se volvió hacia Roby y le tiró una mirada fruncida, volteo nuevamente hacia el pizarrón, y comenzó a escribir el resultado final:
X” (x) − λX (x)=0 X (0) = X (L)=0
La ovación se escuchó por toda la facultad. Lo sacamos en andas del aula. Desde ese momento este tremendo inconsciente y pichón de genio se ganó mi amistad.
El padre
Bruno el padre de Roby, vino a la Argentina a los tres años, desde Italia. Aquí se crió y estudió. Jugador de rugby en Pucará. Se recibió de Ingeniero Civil. Creó una pequeña empresa constructora.
En la ciudad de Córdoba realizó uno de los más bonitos cines. Poco tiempo le llevó crecer. Tanto creció que su empresa fue absorbida por Ferrocemento una multinacional italiana. Allí fue donde fue a vivir. Se casó y tuvo su primer hijo, Roby.
Su destino fue el mundo. Viajes a Rusia, China, África. Toda mega obra que se realizara, allí estaría él. Diques, puentes, autopistas, etc. La multinacional lo destinó a Sudáfrica, debido a la cantidad de obras de infraestructuras que le habían sido asignadas. Fue su nuevo destino Johannesburgo.
Allí llevó a su familia. Sus continuas auditorías a las obras lo tenían alejado de su hogar. Prestigio, Las Llaves de la ciudad de Johannesburgo, premios, conferencias.
En Sudamérica imperaban los gobiernos de facto. Reuniones con los presidentes de Perú, Paraguay, Chile y Argentina. En 1968 comienza la construcción del primer puente que cruzaría el Rio Paraná, el Puente General Belgrano conocido como el Chaco-Corrientes. En 1973 Bruno traslada nuevamente a su familia a la ciudad de Chaco. Roby terminó la secundaria en esta ciudad conociendo allí a su primer amigo argentino, el “Chango”.
Terminada la secundaria, Roby decide estudiar también ingeniería, pero en la rama electrónica.
Su padre decide mudarse a Capital Federal. Roby y su padre recuperaron algo del tiempo separado. Desayunaban juntos y resolvían como si fuese una competencia, ejercicios de algebra. Dos veces por semana salíamos los tres a comer una paella. A ver a Boca Junior. Buen tipo, alto nivel, hablaba varios idiomas, pero ya de vuelta, le gustaba las cosas sencillas.
Esto habrá durado un año. La empresa lo había transformado en una especie de CEO, y nuevamente a viajar. Roby tuvo sin dudas un padre ausente.
El sándwich de huevo frito
Timbre. ¿Quién es? –pregunto-. Yo Roby. Dale subí.
¡Chau! ¿come va? Bien y vos? Bene, bene. Los vine a visitarrr per que no tenía nada de comer en mi casa. Cagaste, acá no quedo nada, solamente huevos y pan. ¡Excelent! comemos eso?. La concha de tu hermana, vivís en un piso en Arenales y Rodríguez Peña, tu viejo gana fortunas, tenés mucama y venís a comerme los huevos!. Lo que pasou es que mi madre no sabe cocinare, ¿y? comprá comida en la rotisería o invítame a un restaurant –le digo caliente-. Es que io no tengo dinero y mi madre tiene crisis de
nervios porque mucama no venirr a trabajar. Ahhhh ahora te entiendo, pobre tu mamá. Si pobre madre, sin mucama ser un tremendo problema. Estar con calmantes. Y bueno que le va hacer una mancha más al tigre. Freí los huevos, los puse dentro de un pan y a comer, sándwich de huevo frito. Al hijo de puta del flaco se le caían las babas. Le mandó un mordiscón y me dice
¿vamos a comerlos al balcón? Ok –le dije-. Nos sentamos cada uno con su sándwich. Y de pronto Roby me dice. Mira, mira que bella mujer camina por la acera de enfrente. Se levanta del asiento con el sándwich en la mano y se apoya en el balcón mirando la exuberante mina. Pero, oooohh ¿Qué paso? Se
le escapo el huevo frito del pan. ¿a quién? ¡Si! a Roby. En caída libre desde el sexto piso el huevo frito iba dando vueltas y al final de su caída pegó un gran panzazo en el hombro de un señor que llevaba un elegante traje gris. Una mitad quedo en ese lugar y la otra se fue deslizando por la blanca camisa. El señor sorprendido clavó sus frenos y se miraba su nuevo look amarillo. Luego miró hacia arriba y vio una cara muy poco común que lo miraba con terror y al instante desapareció. Estuvimos dos horas con las luces apagadas y en silencio, escuchando como la puerta del ascensor se abría y se cerraba, y como ese amable señor quería hacer justicia.
¡Un ser humano?!
Amigo es imposible olvidarte. Siempre estás en mi recuerdo y en el de mis amigos. Las miles de anécdotas que tuve que sufrir y presenciar.
-Cuando le robamos el BMW cupé a tu viejo y nos fuimos a Lobos. Obvio, manejaba yo. A la vuelta me pediste aunque sea subirlo al garaje. Subiste al primer piso a fondo, doblaste hacia la izquierda y nunca frenaste. Si frenaste. Contra la pared de frente.
-Cuando te pasamos a buscar por tu casa para presentarte a María Marta que hacía poco había fallecido su papá. Te habías puesto un parche en el ojo como Moshe Dayan. Cuando te presente dentro del auto y ella te vio, casi se desmaya. Le hablabas en alemán y le contabas que eras soldado voluntario de las UN.
-Cuando nos gastamos U$S 2.000 en una noche. Tus viejos te habían dejado ese dinero para quince días por que se fueron a Italia.
-Cuando distes clase de cómo se comían los espaguetis con tenedor y cuchara. Todos observábamos tu técnica, pero te fallo la última parte cuando con un gesto seco y veloz separaste el bocado del plato. Los fideos fueron a parar contra la pared.
-Cuando me acompañabas a las manifestaciones y a los actos de cierre de campaña de Raúl Alfonsín.
-Cuando te iba a visitar todas las tardes, después de ir a esquiar, al Instituto Balseiro en Bariloche, donde vivías después de recibido. Vivías como el abuelo de Heidi.
-Cuando te ofreciste a arreglar la radio “Catedral” (una reliquia) a mi viejo y se prendió fuego.
No sé nada de vos. Me fue imposible ubicarte. No te ubico en las redes sociales. Tengo en mi memoria el día que nos despedimos, cuando ibas a una entrevista a Olivetti en Florencia Italia.
E.T., el extraterrestre es una película dirigida por Steven Spielberg , la película está basada en un amigo imaginario del propio director, creado tras la ausencia de su padre.
Los críticos la aclamaron como una historia intemporal de la amistad. Se han enfocado en el paralelismo entre la vida de E.T. y Elliott, quien es alienado por la pérdida de su padre. The New York Times escribió que mientras E.T. es el más obvio y desesperado “recién nacido abandonado”, Elliott sufre a su manera la falta de un hogar (coincidentemente, E.T. es la primera y última letra del nombre de Elliott). El característico tema de comunicación de Spielberg es asociado con lo ideal de la comprensión mutua: él ha sugerido que lo central de la historia de la amistad alienígena–humana es una analogía de cómo los adversarios del mundo-real pueden aprender a superar sus diferencias o grietas.
ET consigue la ayuda de Elliott en la construcción de un dispositivo para llamar a casa, mediante el uso de un juguete. Michael comienza a notar que la salud de E.T. está deteriorándose y que Elliott está refiriéndose a sí mismo como nosotros. En Halloween, Michael y Elliott visten a E.T. como un fantasma para que puedan escabullirse fuera de la casa. Elliott y E.T. andan en bicicleta por el bosque, donde E.T. exitosamente llama a su hogar. Pero Sin embargo, A la mañana siguiente, Elliott despierta para encontrar que E.T. ha desaparecido, y vuelve a su hogar con su afligida familia. Michael encuentra a E.T. muriendo en el bosque, y el extraterrestre toma a Elliott, quien también está muriendo. Mary comienza a asustarse cuando ella descubre la enfermedad de su hijo y al extraterrestre agonizante, antes los agentes del gobierno habían invadido la casa.
Los científicos crean una instalación médica en la casa, colocando en cuarentena a Elliott y a E.T. Primero E.T. esta estable y Elliott se muere, pero después Elliott se recupera y E.T. muere. El vínculo entre E.T. y Elliott desaparece cuando E.T. muere. Elliott se queda sólo con el extraterrestre inmóvil, cuando se da cuenta que una flor muerta, la planta que E.T. previamente había revivido, vuelve a la vida. E.T. se reanima y le revela que su gente está retornando. Elliott y Michael roban una camioneta en la que E.T. había sido guardado y se produce una persecución, uniéndose Elliott y E.T. con los amigos de Michael en un intento de evadir a las autoridades en una bicicleta. De repente frente a un callejón sin salida, ellos escapan con el uso de la telequinesis de E.T. para levantarse en el aire montados en la bicicleta y huir hacia el bosque. Parado cerca de la nave espacial, el corazón de E.T. se ilumina a medida que se prepara para retornar a su hogar.
E.T. dice adiós, y antes de entrar en la nave espacial, le dice: «Elliott estaré aquí mismo», apuntando con su dedo brillante al corazón de Elliott, luego E.T sube a la nave espacial y regresa a su planeta.
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