“y es como la música que se pasea por la piel, se incorpora a la sangre y a la respiración, y después basta, nada de razones profundas…”
Cierra los ojos y espera… mientras hierve el agua y los sentidos se elevan y a un sencillo segundo de distancia, intensidad y tiempo, minutos largos como siglos, y es la poesía de los sentidos en el perfume de una taza de té…
Aquel carnaval, pues, yo iba a conseguir por primera vez en la vida lo que siempre había querido… iba a ser otra aunque no yo misma.
… y ella apareció… vestida con un delantal de algodón amarillo y alpargatas de lona, con su salterio bajo el brazo encendida por la fiebre del amor.
Durante las primeras confesiones de un amor que comienza, un hombre trata de encontrar las palabras para explicar la historia de su primer beso.
… profundamente en esa mirada de la oscuridad, permanecieron largo rato, atónitos, temerosa, dudando, soñando sueños que ningún mortal se haya atrevido jamás a soñar…
La Academia Sueca concede el máximo galardón literario a uno de los grandes exponentes de la autoficción europea, autora de una obra situada entre la narrativa y la sociología, el feminismo y el compromiso social.
Las páginas dentro de esos sobres que parecían de mármol debían estar talladas y grabadas con verdadero sentido. Isabella entraría, las tomaría una por una, muy despacio, y las abriría… las leería…
A veces tengo miedo de mi corazón, de su hambre constante de lo que quiere. La forma en que se detiene y comienza otra vez
Esta conmovedora historia ha sido recreada por otros escritores, aquí la de Paul Auster, que forma parte de su novela The Brooklyn Follies
Lobos Magazine