…a veces nos preguntan por qué escribimos… y es por cada momento mágico, cada día especial, único en el que se crean universos y ninguna estrella es igual...
Podemos decir que como todo en la vida, es como si el destino pone cosas por delante, y lo único que hay que hacer tal vez es decir o saber si se quiere hacer o no se quiere; y será aprovechar la oportunidad. Y llega un momento con todo lo que se vive, que se llega al punto en que se trata de la vida, que es así y será eso su magia y su belleza… Y se trata seguramente de preguntarnos qué significa o descubrir que es y se puede llegar a decir que hay magia en todo lo que nos rodea, en lo que decimos, en lo que escuchamos, en lo que sentimos y… , y es posible que quien diga que todo fuego se apaga solo tarde o temprano, se equivoca… tal vez, y es posible que hay pasiones, hay deseos que son incendios hasta que las ahoga el destino de un zarpazo o ese mismo destino las hace tomar vuelo apenas una mínima brisa de oxígeno las revive.
Y es posible que lo que no decimos se nos acumula en el cuerpo, en el alma, es posible que se convierta en una nube como de insomnio, en nudos en la garganta, en nostalgias, en errores, en tristeza, en dudas… tal vez sí… tal vez no.
Y los infinitos, como el mar, como los misterios, que buscan unir almas…tal vez, como los cruces de líneas paralelas en el punto donde se cruzan las paralelas… y será como dicen, que antes de entrar al mar el río tiembla, como con miedo, mirando todo el camino, todo el recorrido hacia los lados, hacia atrás, tal vez… y en ese camino abierto a través de todo y llegado al mar, tiembla y que el solo entrar puede significar algo así como desaparecer… tal vez sea así. ¿es así?... y no hay manera, el río necesita aceptar su naturaleza y entrar en ese océano, ¿será así? y será tal vez que entrando se esfumará el miedo y será entonces que el río sentirá que no desaparece en el océano, sino que se convierte en él… y se une en un infinito.
Y será que somos como puentes hacia el infinito, un infinito como un arco sobre los mares, buscando, esperando, encontrando puertas que se abren, viviendo los misterios de los deseos, apuestas imposibles que son posibles… tal vez sea así, ¿será así? si se desea ¿es así? y esas apuestas que someten a prueba una y otra vez, aprendiendo de las búsquedas y las esperas… y ese puente hacia el infinito… ¿será así? y será que seguirá corriendo el agua hacia el mar, pero las mirada a los puentes seguirán infinitas, y será tal vez, solo tal vez una combinación de deseos, esperanzas, dolores, ilusiones, amor, y todas las emociones humanas en una combinación única, particular de cada una de ella y a pesar de todo ello vinculadas a todos los seres humanos, desde el inicio al final.
Y será encontrar un alma gemela y que se corresponda y será tal vez una experiencia producto de la magia, tal vez ¿será así, será posible que sea sí? Y solo será y solo es… - DEL EDITOR -
Conversaciones
Con Gladys Ceriani
Pensaba en el porqué de tanto tiempo, pensaba donde estabas, pensaba, en esa sensación del instinto que quedó marcada por ahí hace ya mucho tiempo; pensaba y pensaba, que las cosas están signadas aun antes de nacer, es muy posible, y pensaba y pensaba donde estabas, como indagar, como buscar en ese ir venir del tiempo como en un reloj de arena infinito.
Y había corrido mucha arena en el reloj y mucho tiempo sin poder volver atrás y solo apenas esa imagen de pájaro indefenso, bajo una cosa como tempestades de sueños, de deseos, de encuentros… conexiones de almas en ese tiempo sin tiempo.
Y una historia cualquiera se desvanece, pero la vida que ha sido rozada por esa historia queda por toda la eternidad. El recuerdo, los recuerdos se borran, pero queda otra cosa en su lugar. Y pensaba mientras caían las horas en el rumbo donde transcurren las Conversaciones.
…y un día el destino, el anhelado, ese destino nos puso a prueba y enfrentó y juntó en un mundo desafiante rozando a veces la extravagancia ¿Se puede escapar de ese mandato divino?
Y es… solo es
Y en el tiempo sin tiempo, sin saberlo y sabiendo a dónde hemos vuelto hoy.
Historias, historias, y en este último día del año solo la conversación era un recorrido, lento, breve y creciente recorrido, como si fuese medido por un reloj de arena, un iniciar, un tiempo breve de girar y volver a entrar el tiempo en el otro tiempo, entrar uno en el otro, tal vez de eso se trate el tiempo, nos decía esa última noche de una etapa más, como es el fin de un año el barman de aquel Bar, nuestro bar, eterno, único. Y que es eso, como que a veces el viento sopla demasiado fuerte y otras apenas sopla… o nos parece así, y no hay un molde para eso. Como la vida decía el barman, que la vamos construyendo, o creemos, sabiendo tal vez que algo puede rompernos los moldes, como a veces sucede a quienes construyen edificios sabiendo que si hay vientos que soplen muy fuerte puede hacerlos caer, así como si nada
Y así como el viento llega por azar, en el momento preciso e inesperado, así como el viento hay personas que fluyen, como ese viento se enquistan… como si todo fuese un acto casual; con una fuerza como poder natural de traer a la luz cosas guardadas, tal vez sin saber que estaban, o sí, como un fuego en cadena y mientras quema solo un deseo de quedarte en el fuego por el resto del tiempo, de los tiempos, porque es eso, y cada quien sabe y sabes muy bien, perfectamente bien quien, de quien hablo…
Y vas a sentir que mientras juegas con fuego, se meten un poco más y más, más en tu interior
Historias… historias, escribimos historias de la realidad misma
Y será la libertad de volar libre, que no permitirá que escapes de tus instintos propios, de tu naturaleza; y no han inventado aun la máquina de la estabilidad que te ancle a lo que debes, a lo que esperan que debes ser, porque hay cosas que se llevan dentro, un poco más allá de la piel, mucho más allá, pasando el corazón y unos paso más allá de alma, más.
Y nos encontramos con personas que nos llevan alto, muy alto, y luego nos soltamos al vacío en un solo vuelo y nos queda marcado el sabor de ese salto; y son esos instantes que no tenemos que decir ni pedirle adonde queremos llegar porque lo saben ya, como escrito de antemano; ni tampoco sospechar límites porque siempre hay más, un más allá de línea alguna.
Historias… Escribimos historias así
… como los besos así medio robados, las miradas de la otra punta de la barra, eso… todo lo que sabes te han dicho no se puede hacer, y excepciones a la regla… son tus ganas, deseos que salen a volar con más fuerza cuanto más ha sido el tiempo que han dormido…
Y son como esos cinco minutos más y esa idea de querer volver atrás las agujas del reloj una, y otra vez y otra vez… son ese “sírvete lo que quieras” y llenar las copas hasta el borde, son el primer trueno lejano de una tormenta no declarada aun… y la cara de la moneda que has apostado… y así son como una zona cero, la adrenalina, la cuerda antes de saltar al vacío… son como el viento ese que sopla demasiado fuerte
Historias…
Y es salir cada noche y buscar estrellas que brillen iguales, es imposible pero es necesario intentarlo una y otra vez, no puedo olvidar ese instante aunque quisiera.
Y es un comienzo sin retorno y un silencio que invade y así cada noche, a la misma hora estaba allí con el mismo brillo, sin tiempo.
Y es, solo es… y una pregunta infinita… ¿dónde estabas?
Y son palabras nuevas que rozan una historia con principio y sin final, con una invasión de sendas que encienden el vuelo de la imaginación y se cruzan líneas sin pisarlas y otra vez las palabras que no necesitan réplicas son pronunciadas al mismo tiempo y comienza la recreación de sílabas con la mirada fija al cielo, ante esa inmensidad que provoca escalofríos.
Y es una vez más… ¿dónde estabas?
Y no hay respuesta ¿Siempre estuvo ahí?
Sólo sé que hay un lugar sin retorno, solo sé seguir adelante y soñar transformando palabras en el infinito, desordenar lo ordenado y describir sensaciones que se mezclan con realidades.
Existe una estrella con palabras justas pronunciadas hasta el último aliento que se liberan inalcanzables durante horas, días, noches, se respiran, se sienten y se escriben una y otra vez.
Y… se respiran, se sienten, todo se une en el universo, son ilusiones y fortalecen, sanan heridas, el tiempo sobra y solo es disfrutar el proceso en una dimensión mágica y siento la satisfacción de vivir en contraste y aferrarme sin tiempo, sin distancias, sintiendo temor a veces a sobrevivir y olvidar todo aquello innecesario y se escriben una, otra vez y otra vez camino al mismo bar y otra vez la pregunta sin respuesta…
Y es posible descubrir cuanta fortuna se esconde dentro de uno mismo y reconocer el corto camino que marca el destino, acercarse sin amarras y con todos los sueños posibles.
Y es ese lugar inesperado, donde tímidamente y sin palabras dichas, sin palabras vacías, se arman tormentas a veces calmas, muy calmas, frágiles y sensibles como esas gotas de lluvia que recorren finos cristales que se transforman en señales y se relatan una y otra vez en un destino no buscado, solo esperado
Y a veces son tormentas que aparecen de la nada con solo sostener la mirada, sin tiempos para existir, solo tiempos para pensar, tiempos para cambiar, tiempos para brillar, tiempos para sueños.
Y esos sueños a veces vienen del norte, otras veces vienen del sur, sueños a veces vienen del cielo, otras veces del mar, sueños que a veces aparecen de madrugada y otras veces al atardecer, sueños con calma y otras veces con intensidad.
Y siempre una luz de magia dentro de cada tormenta con palabras que flotan en algún lugar, brotan en forma natural, se elevan y estallan en mil colores, nada es imposible cuando las palabras se unen… más y más
Porque a veces nos preguntan por qué escribimos
Y es que veces… casi siempre, el viento origina olas agitadas que producen una montaña de espuma sedosa y luego se disuelve en esos surcos no arados del agua… una y otra vez…
Historias… cosas de la vida, todas las cosas de la vida, todas las caras de la vida que se van guardando en un mismo lugar… momentos, instantes… deseos uno a uno guardados sin saberlo y en el final se desea lo que es la suma de todo… como magia, ahí a la vista, como un delirio de un rosal en la estación de las flores.
Cada momento mágico, cada día especial, único en el que se crean universos y ninguna estrella es igual. No hay cosas por la mitad, no hay explicaciones, solo es encontrar el origen, el principio, el misterio del instinto, la fuerza de la naturaleza, la regla del desorden, la libertad del interior, ser realmente quien eres sin disfraces es el momento de encontrarse con personas inolvidables sin que haya despedidas solo aire limpio y cada noche vivirla como la última y cada día vivirlo como el primero.
Gladys Ceriani - José Luis San Román
Dic 31 2020 - Ene 1 2021
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“… y una rosa
Es una rosa…
Y un rosal
Que es el delirio…”
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EDITOR: JOSÉ LUIS SAN ROMÁN
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