… y ver que no está todo perdido, encontrar el equilibrio y empezar a escribir nuevas historias, con un nuevo traje y la convicción que volvería a ser infranqueable…
Alguna vez, alguien escribió que no hay un punto exacto ni hay un modo de definir entre las causalidades y las casualidades, que es lo que da lugar a una o a otra; como bifurcaciones de un camino, aquel donde se puede uno quedar mirando apenas siendo el testigo de la nada o cuestiones sensoriales que pueden cambiar el sentido en el imperceptible momento adecuado… es posible que sí, que así sea, de casualidades o causalidades, donde tal vez, escrito o no, los signos y cruces de lo que se llama destino, sólo quienes lo estén atravesando pueden saberlo… tal vez sí… es muy posible; pero sí que nadie más puede saberlo. Y será porque dicen que a veces en determinados momentos de una vida, es como que muchas cosas que se desean quedan como con una importancia entre bambalinas. Y es posible que así sea. Tal vez porque las cosas fluyen hacia donde tienen que fluir y no hay esfuerzo que logre cambiar el curso de las cosas, lo que llamamos vida no se adecúa al modo de hacer las cosas cada uno, sino que sólo el curso natural de la vida lo pondrá en escena en el momento justo… tal vez… pero, ¿es posible que sea sí? ¿por qué debería ser así? Nos dirán que no hay un único mundo… es posible, muy posible que sean muchos mundos y que fluyen en paralelo… como los deseos, tal vez; y donde cada mundo al igual que los deseos es la creación de uno, ¿y esto es así? Si decimos que la verdadera vida tiene lugar en nuestro interior, sí, podemos afirmarlo. Y podemos afirmar que somos seres imperfectos viviendo en un mundo imperfecto en medidas de tiempo tal vez perfectas,…es posible que sean perfectas, porque… ¿y si el mundo gira al revés?, ¿y si nada es como debería ser? Y no se puede definir ese momento en un tiempo exacto, pero ocurre, ¿y eso sería como dejar a un lado los deseos? Como no admitir que se quiere algo, será por prudencias será por temores, será por miedos, nunca lo sabemos, ¿fantasmas ocultos? Tal vez sí, tal vez no, ¿simples imposiciones culturales? Y el mundo seguirá girando, ¿al derecho o al revés?, no lo sabemos y se suceden las lunas y las noches y el sol seguirá saliendo a horario… y parece que está todo bien, ya no hay más espacio ni dimensiones por recorrer… pero… y el Yo “más real”, como esa especie de máscara, de coraza, intentando convencerse que no se desea nada, tal vez… y que si aparece un deseo, se lo apartará al armario de los “no”, “imposible”… tal vez. Y la pregunta será ¿hay o habrá sueños, deseos como pasiones que resulten parecer así, como un imposible tácito, y que esos deseos no son para nada compatibles, que no son posibles…¿será así? Visiones de barreras o de límites, como máscaras, como una coraza. Y así, un instante después de la hora de los grises, el sol seguirá saliendo y esa mañana sin saber por qué ni cómo, es posible que esos deseos posiblemente no sean tan difíciles; será una rápida evolución, primero reptar, arrastrarse, será gatear, después erguirse y luego correr y correr hacia el punto de los deseos, pasiones y ambiciones hacia una meta, un punto de cruce, un combate. Y dejemos que lo cierto sea lo que imaginamos… dejemos que los sueños, si sueños son, se apoderen del deseo, de las pasiones. Y como ha escrito alguien alguna vez “La mejor manera de librarnos de la tentación es caer en ella… así… en silencio… como en la hora de los grises… Tal vez. – DEL EDITOR –
Conversaciones
Con Gladys Ceriani
“Los sueños y las palabras se empiezan a escribir
Y vuelvo y es otro día, uno más y la tarde se va atenuando. Y llega otra noche lentamente, la hora donde los pensamientos son confusos y comienza a invadir ese cansancio de dar vueltas en un mundo que gira al revés, camino hacia el silencio de un cuarto en sombras.
Y pude ver luces débiles que alumbraban mi pesar y el brebaje va cambiando de sabor, y los grises forma otros colores.
Son señales a una encrucijada que me tiene atrapada, esclavizada en libertad. No hay infinitos.
Y dedique esos sueños a la búsqueda de la realidad, a traspasar barreras aunque siempre girando al revés.
Los sueños y las palabras se empiezan a escribir “
Y son las eternas preguntas, en el tiempo, tal vez dudando del momento adecuado, aun con señales que marcan el sentido del camino, como situaciones ya vividas; así como conexiones imprevistas para las miradas extrañas
Casualidades o causalidades de la vida. Sólo uno puede saberlo, nadie más puede que lo sepa
Casualidades o causalidades… un día y otro día
El Corte
Sobre un texto de Gladys Ceriani
La búsqueda… nuevos caminos, deseos
Volver como una extraña, cada paso es difícil en situaciones sin retorno, cuando no fue imaginado, pensado, soñado, cuando lo imprevisto ataca sin avisar.
Mirar para atrás y ahí estaban, eran como escalones, unos pocos pero muy altos, difíciles de subir, ya no estaba parada, inmóvil, insegura, temerosa, frente al primero. Y al dar la vuelta estaba el próximo. ¿Volver?
Sí, era el momento, cada paso es importante, si, volver al lugar donde el destino me sacó antes de tiempo…
Con el imponente sol de enero, esta vez en soledad y con un torbellino de recuerdos llegar allí… ¿Qué buscaba?
El lugar, ese lugar donde lo inesperado cambió el rumbo y ahí otra vez frente a ese rosal en todo su esplendor…
¿Cuánto tiempo había pasado? La casa vacía, el alma vacía, nada había ahí, nada que me perteneciera, todo estaba dentro de mí y la certeza que nada era como antes y el comienzo de vivir el uno sin el otro.
El atardecer de ese enero, caluroso, con una suave brisa, la misma calle llegaba al mar, tan azul, tan inmenso, el sol perdiéndose en el horizonte, más lento y la sensación de volver de un naufragio, del fin del mundo.
Nada de lo que fui a buscar estaba allí y sentir el sabor a que todo fue poco, que falto tiempo.
Y volver mirando más claro de lo que se cree y la pregunta…
¿Se puede volver a sentir la inmensidad de ese mar?
No perder ese camino que se volvió a trazar, saber dónde ir y sin renunciar a nada.
Fijar la mirada y ver que no está todo perdido, encontrar el equilibrio y empezar a escribir nuevas historias, con un nuevo traje y la convicción que volvería a ser infranqueable… pero…
Gladys Ceriani
En algún lugar del tiempo
Julio 28 2020 Gral Las Heras Buenos Aires
Las cosas fluyen hacia donde tienen que fluir, que la vida es así, dicen. Que la imaginación es libre como los pájaros libres, imposible de detener. Será que no hay un modo, que no hay un punto justo, como acertijos a resolver
¿Eso está escrito como una afirmación? ¿Cómo es?
Es volver como una extraña, como que cada paso es difícil en situaciones sin retorno y más aún cuando no fue imaginado, pensado, soñado. Cuando lo imprevistos ataca sin avisar
Es muy posible que si un día es blanco y que si mañana nos pasamos al negro, así de golpe; y así y todo no se vea extraño y andar buscando donde quedarse. Como un destino. Como que el mundo cambia según las percepciones de cada uno. ¿y cómo saberlo? ¿no lo crees?, le deslicé así con leve certeza, como esperando una respuesta tal vez sin necesidad de palabras, lo que hace que me quede con otra pregunta a flor de labios “¿el mundo cambia según hacia donde uno dirija los pasos, izquierda, derecha, abajo, arriba?” “¿el mundo se modifica de acuerdo a como van cambiando los recuerdos?”, ¿cómo subir una escalera sin fin? El destino como escalones tal vez…
¿Es el destino algo que se deba mirar mirando hacia atrás, y no algo que deba saberse antes?
Mirar para atrás
Mirar para atrás… estaban ahí eran como escalones difíciles de subir. Pero sentía que ya no estaba parada, inmóvil, insegura, temerosa, frente al primero de los escalones.
Pero… al dar la vuelta ya estaba el próximo… y ¿volver?
Hace unos días me había dicho a modo de pensamiento “pienso que durante su vida da la sensación que la gente busca convertirse en otra persona” o “que yéndose a otros lugares se empieza una nueva vida, convertirse en otra persona” “y no lo alcanzo a entender” “¿Qué es?” “¿Por qué?”, y la verdad solo pude responder con una de sus frases predilectas “puede ser que la respuesta pueda ser no preguntarse por qué” fue lo que recordé en ese momento, ya con la noche bien afirmada sobre la ciudad casi desierta, fría… y el lugar, el eterno bar de siempre, el último de los bares ya tenía el clima acostumbrado…
¿y entonces? Búsquedas, destinos, ¿volver?
Volver si
Sí, era el momento, cada paso es importante, si, volver al lugar donde el destino me sacó antes de tiempo…
Con el imponente sol de enero, esta vez en soledad y con un torbellino de recuerdos llegar allí… ¿Qué buscaba?
¿Qué… que era esa búsqueda?
El lugar, ese lugar donde lo inesperado cambió el rumbo y ahí otra vez frente a ese rosal en todo su esplendor…
¿Cuánto tiempo había pasado? La casa vacía, el alma vacía, nada había ahí, nada que me perteneciera, todo estaba dentro de mí y la certeza que nada era como antes y el comienzo de vivir el uno sin el otro.
Y mientras tanto en la mesa vecina de aquel bar dos amigos pensaban en voz alta “creo que sería muy sencillo,…tan sencillo sí, poder encontrar una vez la calma en el mundo de la imaginación” “como decir que se vive en dos mundos en simultáneo y negarse a dejar uno por motivo del otro” le escuchamos decir… coincidencias de conversaciones de bares se me ocurrió, pensamos lo mismo en ese momento.
¿Y qué buscabas? Fue la pregunta que surgió
No lo sé, no tengo una cosa cierta…
El atardecer de ese enero, caluroso, con una suave brisa, la misma calle llegaba al mar, tan azul, tan inmenso, el sol perdiéndose en el horizonte, más lento y la sensación de volver de un naufragio, del fin del mundo… no lo se´…
¿Pero cuál era la búsqueda?
Nada de lo que fui a buscar estaba allí y sentir el sabor a que todo fue poco, que falto tiempo.
Y volver mirando más claro de lo que se cree y la pregunta…
¿Se puede volver a sentir la inmensidad de ese mar?
No perder ese camino que se volvió a trazar, saber dónde ir y sin renunciar a nada
¿Y si vuelves la mirada ahora, que ves? ¿Qué es lo que ves?
… volver la mirada…Fijar la mirada y ver que no está todo perdido, encontrar el equilibrio y empezar a escribir nuevas historias, con un nuevo traje y la convicción que volvería a ser infranqueable… pero…
“Tal vez la respuesta sea no preguntarse por qué” me dijo en medio de la noche brumosa…
Somos seres imperfectos que vivimos en un mundo imperfecto y si no se está atento a las señales, a las claves, puede que pase de largo un instante imperceptible en el momento menos esperado, imperceptible, tal vez, leve, como ya se había tornado la noche de la conversación, leve, y ya el lugar era otro, otro bar, otro lugar, es posible, otro clima, imperceptiblemente sensorial, como una ficción, como el más viejo de los ritos paganos, como no existe en el mundo real algo tan sutilmente exquisito como un lento viaje, un recorrido que lleve a entrar a misteriosos lugares… contra la eternidad la belleza del instante, escribió un poeta… Y dejemos que lo cierto sea lo que imaginamos… dejemos que los sueños, si sueños son, se apoderen del deseo, de las pasiones. Y como ha escrito alguien alguna vez “La mejor manera de librarnos de la tentación es caer en ella… así… en silencio… como en la hora de los grises…
“Lo intenté siete veces más
quería ver lo que hay detrás
de tu impertubabilidad
y abrir tu puerta de cuarenta y tres candados
silbando una larguísima canción
pensando ¿Es esto lo correcto o no?
Así que hice ¡Chas! y aparecí a tu lado…”
LobosMagazine LM™ 2020
EDITOR: JOSÉ LUIS SAN ROMÁN
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