Argentina hace décadas que tiene una gran crisis de valores
Argentina en una nueva crisis económica
Por Iván Carrino
31 ago 2019
Argentina ha ingresado en una nueva crisis. Después de las PASO, todas las variables financieras ingresaron en modo pánico. El dólar se catapultó, lo mismo el riesgo país, que llegó a su nivel más alto desde el año 2005.
Las cosas parecían calmarse unos días después de las elecciones, pero la tensión volvió a recrudecer. Desde el 9 de agosto los argentinos retiraron nada menos que USD 4.000 millones de sus ahorros dolarizados en los bancos. Por su parte, el Banco Central vendió USD 2.000 millones en el mercado de cambios para tratar de evitar que la divisa siga subiendo...
En este marco, parece buena idea responder algunas preguntas que seguramente muchos tienen.
1) ¿Por qué el riesgo país es tan alto y qué importancia tiene?
El riesgo país mide la diferencia entre lo que paga un bono del gobierno de Argentina y lo que paga el bono considerado más seguro del planeta, el del gobierno de los Estados Unidos. Si la diferencia es grande, quiere decir que los inversores perciben que dicha deuda tiene una probabilidad alta de no ser honrada. O sea que cuánto más alto es este indicador, menos confianza tienen los inversores en la capacidad o voluntad de pago del país.
Una consecuencia directa de la violenta suba que experimentó el Riesgo País a partir del 11 de agosto fue que las LETES, que era deuda de corto plazo del gobierno, pasó de una renovación de promedio 90% a una de 5%. Es decir, el gobierno venía renovando los vencimientos de su deuda (que quiere decir que si yo tengo que pagarte USD 100 mañana, mañana vos me volvías a prestar esos USD 100 y yo no tenía que desembolsar) y de la noche a la mañana no pudo hacerlo a ninguna tasa razonable.
Finalmente, eso originó la necesidad de cancelar la deuda, lo que hubiera implicado seguir usando reservas, que ya han caído casi USD 12.200 millones en estas semanas. Conclusión, el gobierno decidió unilateralmente no pagar esas Letes en tiempo y forma, de manera de ahorrarse el uso de los dólares.
2) ¿Estamos en default?
De alguna manera, sí. Antes decíamos que el gobierno decidió unilateralmente posponer el pago de las Letes que vencían. Es decir, el gobierno debía en una fecha concreta pagar USD 100 a una buena cantidad de acreedores, pero decidió que a un grupo de ellos se pagará solamente USD 15, mientras que otorgará USD 25 en tres meses y los faltantes USD 60 en seis.
Se estima que este cambio unilateral en las condiciones del contrato de deuda afecta a tenedores de bonos por USD 4.000 millones. Para ponerlo en perspectiva, cuando Argentina declaró la “suspensión de pagos” en diciembre de 2001 el monto total que se decidió unilateralmente no pagar era de USD 145.000 millones, 36 veces superior. Al margen de esta comparación, la decisión de posponer pagos no deja de ser una mala señal sobre el estado de la situación con negativos efectos sobre la economía real. Para empezar, todos los bonistas que contaban con ese capital ahora enfrentan problemas de liquidez.
3) ¿Por qué caen las reservas y qué impacto genera?
El 9 de agosto el Banco Central informaba que tenía USD 66.309 millones de Reservas Brutas. El viernes que acaba de pasar informó que el total estaba en USD 54.098 millones. En estos últimos 20 días la cantidad de dólares que “cuida” el Banco Central cayó en USD 12.000 millones o 18,4%.
Las reservas caen por tres motivos. En primer lugar, porque el Banco Central está tratando de evitar que el dólar siga subiendo y eso alimente un mayor salto de la inflación. USD 2.000 millones se gastaron por este concepto, pero igualmente el tipo de cambio no ha calmado su impulso alcista. Otro monto se va porque el gobierno estuvo haciendo frente a vencimientos de deuda en dólares, con dinero que tenía depositado en el BCRA. Por último, una cantidad que ya supera los USD 3.000 millones responde al retiro de depósitos privados de dólares de los bancos.
La caída de reservas es muy preocupante porque genera expectativas de devaluación. Es que, llegado el caso extremo, el Banco Central se queda sin dólares para intentar contener su precio, lo que daría lugar a un salto descontrolado del tipo de cambio, que podría generar un salto espectacular en la tasa de inflación. No hace falta aclarar los efectos que eso tendría en el nivel de actividad y el poder adquisitivo del salario.
4) ¿Quién es el culpable?
Yendo de lo más reciente a lo más remoto… o de lo más coyuntural a lo más estructural, la situación es la siguiente: el riesgo país está en las nubes porque las elecciones erigieron ganador a un candidato que amenaza con no pagar la deuda, y que tiene una candidata a vice que no solo hizo eso en el pasado (recuérdese el debate por los “fondos buitre”) sino que puso un cepo cambiario y emitió moneda descontroladamente para financiar el gasto público. Me refiero aquí a la dupla Fernández-Fernández.
Si vamos un poco más atrás en el tiempo, antes de las PASO el Riesgo País estaba en 900 puntos, pero después de estar en 300 hacia fines de 2017. ¿Por qué se dio esta suba? Porque el gobierno de Macri decidió sostener un déficit fiscal gigantesco y financiarlo con deuda. Eso hizo extremadamente vulnerable a la Argentina. El día que se cortara el financiamiento, habría una crisis, lo que ocurrió en 2018, y recrudece hoy con menor financiamiento todavía.
Pero hilando más fino todavía, el problema fue que no se bajó el gasto público, que el kirchnerismo subió desde 20% del PBI en 2003 al 40% en 2015. ¿Y por qué no se bajó? En gran parte porque Macri no decidió hacerlo, pero también porque cuando intentó no recibió el apoyo de nadie. Ni de congresistas, ni de dirigentes de la oposición, ni de sindicatos ni de gran parte de la prensa o líderes de opinión.
Entonces, como he dicho recientemente en mi cuenta de Twitter no hay default sin deuda. Pero no hay deuda sin déficit, no hay déficit sin exceso de gasto público, y no hay exceso de gasto sin una población que en promedio adora al Estado y le pide que haga de todo. ¿Culpables? Mirarse al espejo.
Argentina hace décadas que tiene una gran crisis de valores. Las consecuencias económicas son éstas. Siempre vivimos al borde del colapso. Espero que algún día cambiemos en serio.
Buen fin de semana,
Iván Carrino. Economista, escritor, conferencista y profesor. Actualmente, dirige Iván Carrino & Asociados.
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