"Marcó mi vida mi maestra de primer grado, que una vez me dijo que yo podía, que podía aprender todo y lograr lo que quisiera"
Silvina Apesteguía
Los Caminos del Color
Me puedes contar de ti, de Silvina Apesteguía., cómo empezaste a pintar? Cómo empieza tu vinculación con el arte?
La pintura, el pintar y soltar cosas, era algo tenía postergado, latente, hasta que mis dos primeras hijas, Constanza y Camila crecieran, … y a los 36, ya en espera de Paulina, la tercera de mis hijas, sentí que tenía que hacerlo, no dejar más eso, la pintura, … ahí esperando mi decisión; y así fue… Paulina vino al mundo y a decirme “mamá, es aquí y ahora, ya… buscá y probá… anímate”; y así fue, a cuatro meses de su llegada, comencé mi primera clase en el taller de Andrea Avagnina. Cuando entré a su taller, y vi pinceles, paletas, pinturas, obras, todo eso… mi corazón dio un brinco y sentí que latía diferente, algo que en mi interior despertó de golpe. Una mezcla de mil sensaciones, una cosa en el corazón; y ahí nomás Andrea me pide que dibuje unas tinajas; y eso para mí fue el examen de mi vida; sabía que si lo superaba, mi vida cambiaba “para siempre”; no sé cómo explicarlo, imposible, pero era una certeza que sentía en mi interior. Y así fue como “desperté” y comencé a pintar: Y por otro lado sentía que quería más, distinto tal vez, algo más de pinceles y óleos. Ya con dos años y medio en el taller, decidí “arrancar” hacia Buenos Aires a ver que más podía aprender. Y así fue.
Los días de la infancia?
Mi infancia transcurrió en el campo, en Lobos, en el Cuartel VIII. Eso fue vivencias, olores, colores, sabores, experiencias, costumbres, todo, la naturaleza y el aire del campo, puro, que se atesoran, se graban a fuego en tu vida.
Los primeros años de la escuela fueron en la Escuela nº 29 Tomás Fels, ahí en el campo, precisamente en el Cuartel VIII, por La Porteña.
El tiempo de la adolescencia?
Ya en la adolescencia, fue la vida en el pueblo, acá en Lobos; años vividos con amigos del barrio y del Colegio Comercial. Fueron años que disfruté muchísimo, y también años donde cultivé mis mejores amigos, con los que amo juntarme y disfrutar de momentos únicos.
Se puede decir que hay una relación directa en tus obras con épocas, vidas de infancia y adolescencia; más allá de lo obviamente humano que no se puede separar?
No, no en todas mis obras; se ha dado o se da por ahí sólo en algunas, pero lo he hecho con total intención.
Cómo llevas el arte en tu vida? Qué lugar ocupa?
Todos los días, de alguna u otra forma, hago arte… o el arte está siempre en uno, y no siempre es la pintura, amo las telas y todo lo que me permita crear. El arte para mí es la forma de expresarme tal cual soy sin temor alguno… soy “yo en estado puro”.
Cómo te has ido formando en las artes plásticas?
He ido tomando varios cursos y talleres de dibujo y pintura, como también cursos y talleres aplicados a la creatividad en el IUNA, (el Instituto Universitario Nacional de Arte, hoy Universidad Nacional de las Artes.) con el Profesor Cristóbal Debadie Vergara, fue quien “abrió mi cabeza” y “puso patas arriba” todo lo que venía con mis visiones y conceptos, hizo cuestionarme todos esos conceptos. Siempre estaré agradecida.
Después, con Gabriela Mensaque, inicié el aprendizaje y empecé a experimentar con la técnica de espátula; una cosa que me apasionó y seguí experimentando por mi cuenta, buscando una expresión propia con esa técnica.
Con el maestro Rodolfo Insaurralde, continué mi camino de aprendizaje; él hace hiperrealismo, a la perfección diría; disfrutaba muchísimo de sus clases, lo compartido en ellas, y como maestro un ser impecable; pero no así de lo que lograba, mejor dicho lo lograba bien pero no disfrutaba del proceso creativo. Esos fueron años que me sirvieron y ayudaron a darme cuenta que el óleo y el realismo no era lo mío.
Y cómo se fue construyendo la pintura en vos?
Era o tenía una lucha interna, hasta que por fin me dejé llevar por lo que me impulsaba de adentro, que era pinceles, espátulas, colores, texturas, materiales y experimentar siempre y búsqueda de expresión, y así llegar a disfrutar siempre y a pleno del proceso creativo de lo que hago.
Que te decidió a decir “voy a ser artista” o que te ibas a dedicar a las artes plásticas?
No pienso en eso, de “soy artista”, pero sí puedo decirte que cuando pinto me conecto con una parte de mí, de adentro y que llego a esa conexión a través de los colores y las herramientas que uso, ya sean pinceles, espátulas o lo que sea; uno puede decir que “me desconecto”, pero en realidad son los momentos de verdadera conexión con mi interior, conmigo misma. Pero no es una decisión… es una necesidad vital en mí, el arte, crear.
Cómo vas relacionando los temas que dan motivo a tus creaciones?
Los temas son muy variados, no puedo basar lo que hago en mis obras, en una temática definida, seguir una línea; pinto, voy pintando lo que me surge o inspira en un momento y que a su vez puede ir transformándose, variando a lo largo del proceso.
Podemos hablar de arte contemporáneo en tu trabajo?
Yo creo que sí, es así, lo que hago, “mi arte”, es arte contemporáneo, libre y expresivo. Me cuesta mucho estar o manifestarme en una sola línea técnica. Me gusta experimentar, mezclar técnicas y materiales y que vaya tomando un camino.
Como surgen los colores en tus obras? Se puede hablar de ideas previas? O surge todo espontáneo?
Por lo general tengo una idea del tema, pero para mí el color es lo fundamental en lo que hago. Podría decir que “el tema es el color”. Siempre tengo los colores en mente, la paleta, antes de empezar un proceso creativo. Puedo no tener el tema, pero tengo los colores de antemano, sí o sí.
Hay alguna idea de una propuesta hacia los demás? Es decir llegar con una idea digamos? O es sólo un pensamiento, lo personal llevado a la tela?
Las ideas surgen de distintas maneras, por ahí “veo” una imagen y me dispara algo que resulta una obra al terminar el proceso; o surge en mi mente, en mi cabeza y tengo que plasmarla, hacerla visible. Como decía antes, no tengo una idea pero sí colores y texturas en mi mente que las pongo en juego y van surgiendo las formas a las que llevan esas texturas y esos colores. O por ahí no tengo nada y tengo el impulso de pintar y me surgen los colores y voy dejando ir a lo que surge; no lo pienso, todo sale en el momento y a medida que avanza todo, espontáneamente. Y si por ahí, en algún momento me trabo, eso es solo si me pongo a pensar a intelectualizar, digamos, lo que estoy haciendo, y ahí paro, tengo que parar y “tomar aire”, volver a mirar lo que estoy haciendo, y eso, esa “obra” en proceso, me dice de alguna manera por donde seguir, que hacer, sólo tengo que seguir el impulso.
Cómo es tu manera de pintar? estados de ánimo por ejemplo.
La forma, la manera de pintar, el cómo encarar, es muy libre, y tal vez incluso, sin importar como me sienta un rato antes, es como una cosa que me transforma de manera casi automática; me serena, me hace sentir bien, como una “cosa” de felicidad.
Se puede hablar de una idea de comunicación?
Lo que de alguna manera transmito y se transmite en mis trabajos es una cosa… un impacto emocional de colores y texturas; me gusta eso de que se despiertan sensaciones; y eso sí, sin buscarlo de manera intencionada, surge solo y es lo que percibo de la gente cuando se para frente a una obra y lo que me llega de ellos.
Quién o quiénes son tus “maestros” en el arte universal y argentino?
Me gusta mucho, me encanta Voka, es un pintor austríaco creador del Realismo Espontáneo, esa forma de creación inmediata y espontánea. Esos colores, el uso del pincel y la espátula. También Vladimir Volegov, un pintor ruso, por la luz y la sutileza y calidez de los colores.
De la Argentina el maestro Benito Quinquela Martín… esos colores, los trazos de las espátula… es realmente emocionante y uno se emociona hasta la lágrimas frente a sus obras.
Un maestro que recuerdes? Quien te ha guiado?
Puedo decir que el maestro que marcó mi vida fue mi maestra de primer grado, Edel Márquez, quien me dijo una vez, ni más ni menos… que yo podía, que podía aprender y lograr lo que quisiera; ella siempre creyó en mí. Fue una enorme emoción el ir a buscarla y llevarla a mi primera exposición individual aquí en Lobos, en la Biblioteca Capponi.
Y aquí sigo, buscando lo que ella vio en mí, y a mí, aun hoy me cuesta verlo.
Por qué crees que una obra tuya llama la atención del espectador por la técnica o por la imagen?
En general mis obras son una combinación de técnicas, color e imagen; una secuencia. Las texturas y las abstracciones realistas llaman la atención y a su vez se realzan con los colores. Pero creo que lo que más impacta es el trabajo de las mezclas y manejos de colores.
Qué se siente cuando una obra está lista terminada ya para ser expuesta, poder recibir un premio y por qué no, de alguien que quiera adquirirla?
Cuando siento que una obra está terminada, me produce un estado de plenitud, una felicidad difícil de explicar, y como que ya está, no espero nada más, no me pongo a pensar en el destino que tendrá, es raro. No suelo participar en concursos, nunca he recibido un premio; sólo en dos oportunidades. Y cuando una obra, un trabajo mío se va con alguien, es algo inesperado; y cuando eso pasa es muy lindo sentir que le llegó a alguien, que algo que he hecho, creado, le produce a otro esa cosa de atesorarlo, tenerlo consigo, por el placer y por el significado que encontró en mi obra.
Cuéntame de Avenida de Las Artes, qué es? Que pretendes con Avenida de Las Artes?
Avenida de las Artes es un sueño que surgió, se dio un día aquí en Lobos caminando por la Avenida Alem, y fue como una visión, toda la vereda sobre las vías, esas verjas de alambre, pilares de ladrillos y esos marcos de alambre, y los ví como marcos con cuadros colgados, en la calle… sentí que tenía que hacerlo y fui a la Biblioteca Popular Héroes de Malvinas, que está en esa vereda sobre la avenida. Le hablé de mi idea al presidente Fero Calvo Rey y le encantó la idea. Y lo que hicimos fue juntar las fechas del Día del Artista Plástico y el de las Bibliotecas Populares, y desde entonces, hace ya cuatro años, salimos a la calle, el Arte sale a la calle al encuentro con la gente, con el público en lo que bautizamos Avenida de Las Artes. Cada año exponemos los artistas plásticos, con epicentro en la Biblioteca Héroes de Malvinas. Pintamos en el lugar junto con la gente y también hacemos actividades artísticas para los niños. Todo a pulmón.
La búsqueda, lo que nos mueve, lo que fue la idea que me propuse es que todos podamos y puedan tener acceso a estar y disfrutar del trabajo del arte; a que los artistas nos juntemos a compartir y enriquecernos; que el arte llegue a los niños. Sumar actividades en cada edición y que sea una fiesta representativa de nuestra ciudad de Lobos, una fiesta del arte y los artistas y de la gente y el arte. No es mucho pedir y para soñar hay que soñar en grande y yo sigo soñando. Y como Edel Márquez, mi maestra de primer grado me dijo una vez “que yo podía, que podía aprender y lograr lo que quisiera”. Esto es una forma de transmitir esas palabras. Posible para todos.
LobosMag
San Salvador de Lobos 2017