Se quiere dejar de ser súbditos, se quiere iniciar y recorrer el derrotero día a día como ciudadanos de derecho pleno? O es más fácil, más cómodo dejarse someter?
Una Pesadilla…
Supuestamente Tenemos todos en claro el pretendido denodado esfuerzo de los sufridos ciudadanos, ¿resignados? tal vez de este país, en pulir y limpiar y volver a pulir los cristales con los que mira, obligados digamos a contemplar hechos, retorcidos, mutilados deformados, tergiversados y llenos de una pátina pegajosa vulgar, desagradable.
Podremos entender por otra parte que haya quienes, y que por una cuestión de estabilidad de las emociones, es posible que no tenga el deseo de poder tomar conocimiento de otra u otras versiones de hechos que aquellos que reafirmen sus impresiones personales sobre el mundo y vivencias de esos relatos míticos del mundo y su firme disposición a mantenerse eternamente en la mentira, como sea, contra viento y marea, porque sí, solo porque sí.
Podemos creer a esta altura de esta patética película, triste, que no se le puede escapar a nadie, que esas fuerzas “estatales” sistemáticamente se han dedicado, avasallando y derrochando la energía de los ciudadanos, a deformar el verdadero guion de la historia, a moldearlo a su antojo para que quede destruido y vencido para que quede a su antojo?
Podremos entender que esa deformación de hechos no es una simple cuestión, no es una liviana anécdota, no es un juego liviano y por ahí de subrepticia, sibilina deformación del lenguaje, se trata más concretamente de un gran despliegue de medios de todo color y forma. Algunos pretendidamente sutiles, otros de una total falta de vergüenza y respeto, otros decididamente nefastos para una adormecida y tal vez desesperanzada sociedad civil, lamentablemente y aparentemente arrastrando y desperezándose de la dictatorial actual y pasada siesta argentina, mientras el mundo y otra sociedades avanzan.
Podremos decir que mala fortuna nos persigue, pasando de ley en ley y más, a otros pesebres, otras camas diseñadas por una incipiente “oligarquía” al fin y al cabo, y el riesgo inminente a la vista que la tranquila siesta pueda ser reemplazada en un coma profundo y que sea imposible salir de él. ¿es posible?
Podemos, sin ningún tipo de dudas confirmar que el “estado de partidos”, en medio de toda la siesta, como en la oscuridad de la noche donde todos los gatos son pardos, vestirse con sus trajes de falsos tejidos y que la siesta no haga que se vea su desnudez grotesca.
Podemos decir que justo ahí en el lugar en que han instalado los “partidos políticos” muy cómodamente, ese lugar donde la degradación institucional, de hecho corrupción, está instalada entre lo más sagrado. Ese lugar donde los disparates son a mansalva, indiscutibles, se instala ese germen de la enfermedad que padecemos como nación.
Podremos ver que es hora de reflexionar y tomar de frente, racionalmente, todos los hechos en una verdadera dimensión y crudeza? Se quiere dejar de ser súbditos, se quiere iniciar y recorrer el derrotero día a día como ciudadanos de derecho pleno? O es más fácil, más cómodo dejarse someter?
Podemos entender que el ciudadano no se reprime, que no debe reptar, jugar un papel casi sumergido y en definitiva ser casi tan manipulador como aquellos que lo esclavizan? Y una vez que ha sido infectado queda anulado por la propia fuerza de su contradicción.
Podremos ver, que el ciudadano, los ciudadanos todos saquen la decisión y el coraje las veces que sea, las que deba, y tomar el protagonismo y la responsabilidad que le corresponde, porque la libertad exige responsabilidad. Alcanza a ver el ciudadano a quien lo denigra? En una falsa puesta en escena de ser representados por… quien sea, ¿representado cómo? Puede entender el ciudadano la necedad de soportar los golpes a base de falacias, puñetazos impunes en nombre de la democracia?
Podremos comprender que la cordura se está perdiendo día a día, y que todo o casi todo mayormente es un comportamiento como ganado, un rebaño consumidor y dependiente de los que “nos pastorean”? Y así una vez más, una y otra vez se repite y repiten sin ningún atisbo de ética, todos los días una y otra vez por todos los medios disponibles: “Toda democracia que se digne debe basarse en el consenso, el diálogo y la negociación en lugar de ser una lucha por el poder y el imprescindible control de éste para ponerlo al servicio de la nación… y bla bla bla”, la eterna pesadilla costeada por los dineros públicos.
Podremos y podemos ver a los tenaces vendedores de humo con su potente maquinaria de propaganda que van logrando su objetivo de poner en “Marca Registrada Argentina” las falacias y el fraude. Y siempre que les sea posible transformar la mentira y la trampa en una definición como resultado de la razón, un axioma, y lo hicieron y lo hacen sin que se les mueva un pelo, ni pestañear siquiera.
Podemos verlo. Para seguir así, permanentemente vendiendo gato por liebre, sin medir lo más mínimo que las consecuencias de sus actos arbitrarios, premeditados, se les vayan yendo de las manos, y continuando con sus métodos y acciones destructivas, socavando voluntades, vendiendo castillos en el aire, y… nada importa, pues parece que no queda nadie o casi nadie con capacidades para distinguir ilusión de realidad, sueño de pesadilla.
Los ciudadanos que aman la libertad colectiva, sí y solo sí tienen como objetivo perseguir y lograr su propio destino, arrojar, quitarse esos complejos inducidos, manipulados que hunden su acción liberadora. Traspasar las vallas y cercos que oprimen las fronteras hacia la libertad, vallas y cercos con las que esa “oligarquía de partidos”. Los ciudadanos que aman la libertad colectiva, aman su libertad individual por todo principio, con el valor necesario deberán reunir el valor necesario para transitar sin dudas, con confianza por el camino ancho por el que debe discurrir el presente y el futuro de la Nación y la República.
Los ciudadanos todos debemos incorporarnos en la acción y el hacer por la Libertad Política Colectiva, real. Y es vital porque es el camino que podrá brindarnos un acceso a acontecimientos pujantes reales y transformadores reales de todo cuanto pueda suceder en este pedazo de historia que nos toca vivir pues se trata de la Nación y la República.
Que sea un sueño y no una pesadilla como hasta ahora.
Malditos charlatanes
Demasiadas bocas que cerrar
Ahora se les olvido
Leer más allá de un titular
Y comprender de verdad
Sin agarrarse al clavo que arde más
Criticar por criticar
Y opinar de cualquier cosa
Malditos charlatanes, Malditos charlatanes
Mientras vosotros seguís creyendo
Como si fuera el primer mandamiento
Vigilando que nadie se salga del cerco
Cómo gallinas en el corral
Malditos charlatanes
Malditos, malditos…
LobosMagazine 2021
LobosMagazine es un medio totalmente orientado al público, un espacio de libertad de opinión, análisis y debate donde los dogmas no existen, tampoco las imposiciones políticas. Garantizar esta libertad de pensamiento depende de usted, de todos los lectores